La Sierra del Dobra forma el límite por el sur del término municipal de Torrelavega, siendo su perfil el horizonte siempre presente en toda imagen de la Ciudad.
El macizo del Dobra tiene su origen en un pliegue y fractura de la corteza terrestre, que ha producido dos vertientes totalmente diferentes en su climatología y paisajes vegetales. La fachada norte, fresca y húmeda y bien poblada de bosques en otros tiempos, hoy se encuentra salpicada de prados y cultivos forestales, mientras la fachada sur, protegida del viento húmedo y soleada en extremo, presenta un aspecto mediterráneo, con una vegetación muy peculiar.
La sierra alberga una de las mayores concentraciones de testimonios históricos de la Región, particularmente de la Edad del Hierro (especialmente castros de los primitivos pobladores cántabros) y del periodo de Romanización. A ello se añaden muchos testimonios de arquitectura etnográfica repartidos por todos sus montes.
Además acoge especies de fauna y flora de gran importancia, destacando su enorme variedad de helechos y otras especies adaptadas a la vida en los roquedos calizos, así como también diversos invertebrados cavernícolas.
La Sierra del Dobra cuenta con una Red de Senderos y Caminos que permite recorrer todos los enclaves singulares de este macizo.