Conocido como “El Tajo” este acantilado constituye uno de los hitos más emblemáticos del Parque Natural. Cuenta con unos seis kilómetros de longitud y un desnivel máximo próximo a los 100 metros, y presenta numerosos elementos de interés como la vegetación moldeada por el viento, una alta diversidad de especies, la gran verticalidad de las paredes, una rompiente donde se aprecia un mar muy limpio, importantes colonias de aves, contraste de ecosistemas, la localización de la Torre del Tajo, etc.
Entre las especies vegetales que podemos encontrar, junto con el omnipresente pino piñonero, destaca la presencia del enebro costero acompañado de un matorral compuesto por lentisco, romero, sabina, coscoja, lavanda, etc. El enebro costero presente en este Parque Natural es la población andaluza más importante en cuanto a tamaño y conservación tras la existente el ámbito de Doñana.
El Tajo es un magnifico sitio para la observación de aves marinas como alcatraces o pardelas. Su inaccesibilidad y contacto con el mar favorecen la presencia de numerosas aves, destacando por su número las gaviotas (patiamarillas, reidoras, Audouin,…). También pueden observarse rapaces como el halcón peregrino y el cernícalo común, garcillas y grajillas.
* Fotografías realizadas por: Mateo; Patronato Provincial de Turismo.