Antiguamente este muelle se utilizaba como puerto donde se daban salida a las harinas y trigos provenientes de Castilla que se cargaban en barcos que lo sacaban por la ría de San Martín. Posteriormente fue utilizado para sacar materiales como blenda y calamina, lo que supuso que la ría tuviese un tráfico intenso llegando a entrar vapores hasta 2000 toneladas para su carga.
Después de la Primera Guerra Mundial se desarrolla la industria de construcción naval que no se alargó más allá de 1921 y que dio como resultado la construcción del primer barco fabricado de hormigón armado denominado el Parsi. También se armaron tres vapores de casco de acero llamados Choncholita, Carmenchu y Rio Saja.
Con la colmatación de la ría y los elevados costes que suponía mantener la profundidad de calado de seguridad para la entrada de estos barcos, se produjo un descenso de esta actividad hasta su práctica desaparición hoy en día.