A cuatro kilómetros de Santillana, se encuentra Viveda, núcleo que conserva alguno de los edificios más representativos de la arquitectura tradicional cántabra. Entre ellos está la Casa-Torre de los Calderón de la Barca.
Esta Casa-Torre, declarada Monumento Histórico Artístico y Bien de Interés Local, es cuna de sugerentes leyendas como el hospedaje de San Francisco de Asís cuando peregrinó a Compostela. De esta familia descendía Pedro Calderón de la Barca, cuyo apellido deriva del hecho de que eran propietarios de la barca que atravesaba el río Saja-Besaya en Barreda.
Esta casa-torre es el edificio civil más antiguo de Cantabria, y consta de la unión de una torre fortificada medieval del sigloXII ampliada en el XV, y un palacio montañes del siglo XVII al que se accede por un zaguán, bajo bóveda soportada por cuatro arcos de medio punto. La portalada tiene dos cuerpos de altura y toda al edificación presenta un amplio catálogo de huecos, con saeteras y troneras, a ventanales y arcos de grandes dovelas de medio punto, El conjunto edificado tiene una superficie construida de 1.417 metros cuadrados y la finca 7.00 metros cuadrados.
Fue declarada monumento histórico artístico en 1982, pasando a ser bien de interés local declarado, en 2002.