Situada en el barrio de Sanjero, esta pintoresca vivienda rectangular del siglo XVII, que lleva mucho tiempo deshabitada, tuvo desde el principio un uso mixto: De casa y de cuadra con pajar. La parte más importante de este inmueble es su fachada sur, con un amplio zaguán y una zona cerrada, que albergaba una habitación conocida como “el cuarto del viajero” que servía para alojar a los visitantes. No obstante, lo más singular del edificio es la estructura de los muros, de entramado de madera y mampuesto, típico en Castilla pero poco habitual en la zona norte de España.