Construida ya en el siglo XX (1919) se realizó para facilitar a la numerosa y creciente población costera de un lugar de culto más cercano a sus viviendas que la iglesia parroquial. El edificio es obra del arquitecto madrileño Luis Sanz, que eligió un estilo neogótico de gran simplicidad, elegancia y belleza, con ventanas laterales de medio punto, ligereza en la fachada gracias a tres armónicos vanos, el uso decorativo del ladrillo y un original pórtico con tres tejadillos de madera, que le otorga un aspecto especial y una configuración única. Este diseño se inspiró en modelos del norte de Europa y en concreto, en la capilla imperial de Biarritz del arquitecto alsaciano Emile Boeswillwald.